Byars y Beuys, Performance en la inauguración de la Speck Collection, Krefeld, Alemania, 1978.
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Willem de Kooning, Sín tíulo (1950) Museo de Arte Moderno, NY. El acto de pintar se convierte en una ceremonia privada en la que se expresa el momento real del artista.
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Franz Kline, Pintura No 2 (1954). Museo de Arte Moderno NY. La superficie del lienzo se encuentra recorrida por rápidos trazos de origen caligráfico. La pintura de Kline se caracteriza por la relación entre el gesto y el espacio que lo circunda.
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Sam Francis, Towards Disappearane II (1958). M.A.M., NY. La obra de Francis que trabajó varios años en París, une el gestualismo de la pintura de acción con un sentido decorativo del color de ascendencia fauve.
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Jean Dubuffet, Vaca con olfato fino (1945). M.A.M., NY. Creador del art brut, Dubuffet era partidario de un arte inspirado en lo grotesco, lo torpe y lo trivial, con el fin de alcanzar un estadio incontaminado del arte.
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Karel Appel, Niños preguntando. Colección del artista. El grupo COBRO centró sus esfuerzos en la experimentación activa, mezclando íntimamente el arte y la vida en una concepción del trabajo profundamente lúdica.
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Kenneth Noland, Girasol (1961). M.A.M., NY. Los cuadros de Noland de los años sesenta son un buen exponente de las ideas de Greenberg sobre la 'especificidad' de la pintura: eliminación del objeto, la textura y la pincelada hasta hacer del cuadro una estricta bidimensionalidad coloreada.
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Mark Rothko, Rojo, marrón y negro (1958). M.A.M., NY. Los grandes planos de color se plantean como superficies para la reflexión y la concentración. En la pintura de Rothko no se produce tanto un espacio de percepción como de contemplación.
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Barnett Newman, Vir heroicus sublimis (1950-1951). M.A.M., NY. Artistas como Newman exploran el color como valor autónomo en relación com el formato y el tamaño de la obra.